La pareja de biscuit

Aún tuvieron que aguardar un rato en la cola. Ángel y Concha hablaban entre ellos, mientras que Lucas parecía absorto en sus pensamientos. En cuanto se abrieron las puertas, el anciano y su hija accedieron al recinto, seguidos del joven. Ángel se había dejado en el coche el sombrero, por lo que su prominente calvaSigue leyendo «La pareja de biscuit»