Aquel mes de julio estaba siendo duro. Guillermo acababa de mudarse a un ático en la plaza de Las Flores, con lo que los días que corría algo de brisa se sentía el ser más privilegiado de toda Murcia. España está cociéndose a fuego lento, pensaba mientras se balanceaba lentamente en la hamaca que habíaSigue leyendo «La hamaca»