Ese abrazo eterno abierto de par en par para mí. Siento tu esencia en el aire cuando mi mente está contigo. Dulce y amarga a la vez. Fiera y cachorro. Tu sangre en mis venas. Tus palabras resuenan en mis oídos cuando busco el consejo altruista, esa preciada respuesta del alma. Doctora o humilde. Fregona,Sigue leyendo «Madre»