Nunca me he atrevido a saltarme las normas, aunque ganas no me faltan. Todo va más o menos bien, es decir, sobrevivo amarrado a las cadenas de lo políticamente correcto, lo que antes llamaban urbanidad. Pero aquella noche una pulsión interna, tal vez avivada por el lado oscuro de la fuerza, esa cara oculta queSigue leyendo «La sombra»